Manejo de la glicemia en residentes geriátricos
Manejo de la glicemia en residentes geriátricos
Dr. Pablo F. Parenti
Objetivo:
Brindar a los profesionales de la salud herramientas para el manejo adecuado de la glicemia en pacientes residentes en una institución médica, con el fin de mejorar su calidad de vida y prevenir complicaciones.
1. Introducción
En el contexto del manejo de la glicemia en pacientes geriátricos, es fundamental entender la complejidad y la importancia de este tema para garantizar la salud y calidad de vida de los residentes en instituciones médicas. A continuación se abordará la prevalencia de la diabetes en esta población y el impacto significativo que tiene el control adecuado de la glicemia en su bienestar general.
1.1 Prevalencia de la Diabetes en la Población Geriátrica
La diabetes mellitus es una de las condiciones crónicas más comunes entre los adultos mayores, afectando significativamente a la población geriátrica dentro de los entornos institucionales. La prevalencia de diabetes diagnosticada en los residentes en este tipo de instituciones es alta, y aquellos que aún no tienen diagnóstico tienen un riesgo mayor de desarrollarla. Esta alta prevalencia no solo implica un desafío médico, sino también un reto en términos de gestión y cuidado continuo.
1.2 Impacto de la Glicemia Descontrolada en la Salud del Residente
El descontrol en los niveles de glicemia tiene repercusiones directas sobre la salud y el bienestar de los pacientes geriátricos. Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran las enfermedades cardiovasculares, neuropatías, problemas visuales, entre otras. Estas condiciones no solo reducen la calidad de vida del paciente, sino que también incrementan la morbilidad y mortalidad asociadas. Por lo tanto, es crucial implementar estrategias efectivas para detectar estas complicaciones, mantener niveles óptimos de glicemia y así minimizar estos riesgos.
2. Conceptos Básicos
2.1 ¿Qué es la Glicemia?
Definición de glicemia
La glicemia se refiere a la concentración de glucosa presente en la sangre. La glucosa es una fuente crucial de energía para el cuerpo, especialmente para el cerebro y los músculos. Mantener niveles adecuados de glicemia es fundamental para el funcionamiento normal del organismo.
Niveles normales de glicemia en ayunas y postprandial.
En Ayunas
Después de un período de al menos 8 horas sin ingerir alimentos, los niveles normales de glicemia deben estar entre 70 y 100 mg/dL.
Postprandial
Aproximadamente 2 horas después de comer, los niveles de glicemia deben ser inferiores a 140 mg/dL. Es importante monitorear estos niveles para asegurar que el cuerpo está manejando adecuadamente la glucosa proveniente de los alimentos.
2.2 Diabetes Mellitus
Tipos de diabetes (Tipo 1, Tipo 2, Diabetes gestacional).
Diabetes Tipo 1
Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca y destruye las células beta del páncreas que producen insulina. Esto resulta en una producción insuficiente o nula de insulina, lo que requiere que los pacientes reciban insulina exógena. La diabetes tipo 1 suele diagnosticarse en niños y adultos jóvenes, pero puede aparecer a cualquier edad.
Diabetes Tipo 2
Es la forma más común de diabetes y generalmente se desarrolla en adultos, aunque cada vez es más común en niños y adolescentes debido a estilos de vida poco saludables. En la diabetes tipo 2, el cuerpo no usa la insulina de manera efectiva (resistencia a la insulina) y puede haber una producción insuficiente de insulina con el tiempo. Factores como la obesidad, la falta de actividad física y la predisposición genética contribuyen al desarrollo de esta enfermedad.
Diabetes Gestacional
Esta forma de diabetes se desarrolla durante el embarazo y generalmente desaparece después del parto. Sin embargo, las mujeres que han tenido diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro. Es crucial manejar la diabetes gestacional para proteger tanto la salud de la madre como la del bebé.
Síntomas y diagnóstico de la diabetes
Síntomas Comunes
- Aumento de la sed y micción frecuente.
- Hambre extrema.
- Pérdida de peso inexplicada.
- Fatiga.
- Visión borrosa.
- Infecciones frecuentes o heridas que tardan en sanar.
Diagnóstico
Prueba de Glicemia en Ayunas
Un nivel de glicemia en ayunas igual o superior a 126 mg/dL en dos ocasiones distintas puede indicar diabetes.
Prueba de Tolerancia a la Glucosa Oral (PTGO)
Se mide la glicemia dos horas después de beber una solución azucarada. Un nivel de 200 mg/dL o más puede indicar diabetes.
Hemoglobina A1c
Esta prueba mide el promedio de los niveles de glucosa en sangre durante los últimos 2-3 meses. Un resultado de 6.5% o más puede indicar diabetes.
Prueba de Glicemia Aleatoria
Un nivel de 200 mg/dL o más, junto con síntomas de diabetes, puede confirmar el diagnóstico.
3. Factores que Afectan la Glicemia en Pacientes Geriátricos
3.1 Factores Fisiológicos
Cambios metabólicos con la edad
A medida que las personas envejecen, su metabolismo tiende a ralentizarse. Esto puede afectar la forma en que el cuerpo maneja la glucosa. La disminución de la masa muscular y el aumento de la grasa corporal también pueden contribuir a una mayor resistencia a la insulina, lo que dificulta el control de los niveles de glicemia.
Comorbilidades comunes en pacientes geriátricos
Hipertensión
La presión arterial alta es común en ancianos y puede complicar el manejo de la diabetes. La combinación de hipertensión y diabetes aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Insuficiencia Renal
Los riñones dañados no pueden filtrar adecuadamente la glucosa de la sangre, lo que puede llevar a niveles elevados de glicemia. Además, muchos medicamentos para la diabetes pueden ser más difíciles de manejar en pacientes con función renal reducida.
Enfermedades Cardiovasculares
La diabetes aumenta el riesgo de enfermedades del corazón, y estas condiciones pueden a su vez complicar el manejo de la glicemia.
Disfunción Cognitiva
Los problemas de memoria y otras formas de deterioro cognitivo pueden dificultar la adherencia al tratamiento y la autogestión de la diabetes.
3.2 Factores Sociales y Psicológicos
Alimentación y nutrición
La dieta es un factor crucial en el control de la glicemia. Los ancianos pueden enfrentar desafíos para mantener una dieta equilibrada debido a una disminución en el apetito, problemas dentales, limitaciones financieras o dificultades para preparar comidas. Es importante que reciban educación y apoyo para hacer elecciones alimenticias saludables.
Actividad física.
La actividad física regular ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre y a mantener un peso saludable. Sin embargo, los pacientes geriátricos pueden tener limitaciones físicas debido a artritis, enfermedades cardíacas u otras condiciones. Es esencial adaptar los programas de ejercicio a sus capacidades individuales para promover la actividad sin causar daño.
Soporte social y adherencia al tratamiento.
El apoyo de familiares, amigos y cuidadores puede influir significativamente en el manejo de la diabetes. La soledad y el aislamiento social pueden llevar a una menor adherencia a los regímenes de tratamiento. Además, la depresión y otros problemas de salud mental son comunes en la vejez y pueden afectar la motivación y la capacidad para seguir un plan de manejo de la diabetes. Es fundamental proporcionar un entorno de apoyo y recursos adecuados para ayudar a estos pacientes a seguir sus tratamientos de manera efectiva.
4. Monitoreo de la Glicemia
4.1 Métodos de Monitoreo
Monitoreo de glucosa capilar (glucometría).
Este método implica el uso de un glucómetro para medir los niveles de glucosa en sangre. Se realiza una pequeña punción en el dedo para obtener una gota de sangre, que se coloca en una tira reactiva insertada en el glucómetro. Es una técnica comúnmente utilizada debido a su rapidez y facilidad de uso. Es fundamental enseñar a los pacientes y cuidadores cómo usar el glucómetro correctamente y cómo registrar los resultados.
Monitoreo continuo de glucosa (CGM).
El monitoreo continuo de glucosa utiliza un pequeño sensor insertado bajo la piel para medir los niveles de glucosa en el líquido intersticial en tiempo real. Este sensor transmite datos a un dispositivo, como un monitor portátil o un smartphone. El CGM proporciona información detallada sobre las tendencias de glucosa, lo que ayuda a identificar patrones y hacer ajustes en el tratamiento. Este método es especialmente útil para pacientes con diabetes tipo 1 o aquellos con fluctuaciones frecuentes en sus niveles de glucosa.
4.2 Frecuencia de Monitoreo
Recomendaciones según el estado de salud y el tipo de tratamiento.
Pacientes con Insulina
Se recomienda el monitoreo frecuente de glucosa, generalmente antes de las comidas y a la hora de dormir, para ajustar las dosis de insulina de manera adecuada.
Pacientes con Medicamentos Orales
La frecuencia de monitoreo puede ser menor, pero debe incluir al menos una vez al día o según las indicaciones del médico.
Pacientes en Buen Control
Aquellos con niveles de glucosa bien controlados y sin síntomas pueden requerir un monitoreo menos frecuente, pero es importante realizar controles regulares para asegurarse de que se mantienen dentro de los rangos objetivo.
Pacientes con Cambios en el Tratamiento o Condiciones Inestables
En situaciones de cambios en el tratamiento, enfermedades intercurrentes o síntomas de hipoglucemia o hiperglucemia, es necesario aumentar la frecuencia de monitoreo.
4.3 Interpretación de Resultados
Rango de niveles normales y anormales.
Niveles Normales
En ayunas, los niveles deben estar entre 70 y 100 mg/dL. Dos horas después de comer, deben ser inferiores a 140 mg/dL.
Hipoglucemia
Niveles de glucosa inferiores a 70 mg/dL. Los síntomas incluyen sudoración, temblores, confusión, y en casos severos, pérdida de conciencia.
Hiperglucemia
Niveles de glucosa superiores a 180 mg/dL dos horas después de comer. Los síntomas incluyen sed excesiva, micción frecuente, fatiga y visión borrosa.
Cómo responder ante niveles de glicemia alterados.
Hipoglucemia
Ingesta inmediata de carbohidratos de acción rápida, como jugo de frutas, caramelos o tabletas de glucosa. Re-evaluar la glicemia después de 15 minutos y repetir si es necesario. Es crucial llevar un suministro de emergencia de glucosa y educar a los cuidadores sobre cómo administrarla.
Hiperglucemia
Revisión del plan de comidas, medicación y actividad física. Aumentar la hidratación y, si es necesario, ajustar las dosis de insulina o medicamentos según las indicaciones del médico. Si los niveles permanecen altos, buscar atención médica para evitar complicaciones como la cetoacidosis diabética.
5. Manejo de la Glicemia
5.1 Intervenciones Farmacológicas
Medicamentos orales
Los medicamentos orales son comúnmente utilizados para tratar la diabetes tipo 2. Incluyen diversas clases de fármacos, como:
Biguanidas (metformina)
Ayudan a reducir la producción de glucosa en el hígado y mejorar la sensibilidad a la insulina.
Sulfonilureas
Estimulan al páncreas para producir más insulina.
Inhibidores de la DPP-4
Incrementan los niveles de incretinas, que ayudan a regular la glucosa.
Inhibidores de SGLT2
Aumentan la excreción de glucosa por los riñones.
Es crucial monitorizar a los pacientes geriátricos para detectar posibles efectos secundarios y ajustar las dosis según sea necesario.
Insulina y otros tratamientos inyectables.
La insulina es necesaria para pacientes con diabetes tipo 1 y muchos con diabetes tipo 2 que no logran controlar su glicemia con medicamentos orales. Existen diferentes tipos de insulina (rápida, intermedia, prolongada) que se utilizan para diferentes necesidades.
Incretinas (agonistas GLP-1)
Ayudan a aumentar la secreción de insulina y disminuir la producción de glucosa por el hígado.
Insulina de acción rápida y prolongada
Se utilizan en combinación para controlar los niveles de glucosa durante todo el día.
Efectos secundarios y consideraciones especiales en ancianos.
Los ancianos pueden ser más susceptibles a los efectos secundarios de los medicamentos, como hipoglucemia con sulfonilureas o problemas gastrointestinales con metformina. Es importante ajustar las dosis y monitorear regularmente la función renal y hepática, así como estar atentos a la aparición de síntomas de hipoglucemia.
5.2 Intervenciones No Farmacológicas
Dieta y nutrición
Importancia de una Dieta Balanceada
Una dieta equilibrada es fundamental para el control de la glicemia. Se recomienda una alimentación rica en fibras, baja en azúcares refinados y grasas saturadas. Las comidas deben ser regulares y equilibradas para evitar picos de glucosa.
Ejemplos de Alimentos que Ayudan a Controlar la Glicemia:
- Verduras de hoja verde: Espinacas, kale, brócoli.
- Granos enteros: Avena, quinoa, arroz integral.
- Proteínas magras: Pollo, pescado, tofu.
- Frutas con bajo índice glucémico: Bayas, manzanas, peras.
- Legumbres: Lentejas, garbanzos, porotos.
Actividad física
- Beneficios del Ejercicio Regular: El ejercicio ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, controla el peso, reduce el estrés y mejora la salud cardiovascular. Para los ancianos, es importante adaptar la actividad física a sus capacidades y limitaciones.
- Ejemplos de Ejercicios Apropiados para Ancianos:
- Caminatas: Actividad de bajo impacto que mejora la circulación y la salud cardiovascular.
- Ejercicios de resistencia:* Utilizar pesas ligeras o bandas elásticas para mejorar la fuerza muscular.
- Ejercicios de flexibilidad y equilibrio: Yoga, esferokinesis o Tai Chi, que ayudan a prevenir caídas y mejorar la movilidad.
6. Manejo de Situaciones de Emergencia
6.1 Hipoglucemia
Síntomas y signos de hipoglucemia.
La hipoglucemia ocurre cuando los niveles de glucosa en sangre caen por debajo de 70 mg/dL. Los síntomas pueden variar, pero incluyen:
- Sudoración excesiva
- Temblores
- Palpitaciones
- Hambre intensa
- Confusión o desorientación
- Mareos o vértigo
- Visión borrosa
- Debilidad o fatiga
- En casos severos, pérdida de conciencia o convulsiones
Tratamiento inmediato de la hipoglucemia
Es crucial actuar rápidamente para elevar los niveles de glucosa en sangre. Los pasos a seguir son:
1. Ingesta de Carbohidratos de Acción Rápida
Administrar 15-20 gramos de glucosa o carbohidratos de acción rápida, como:
- 4-6 tabletas de glucosa
- 1/2 taza (120 ml) de jugo de frutas o refresco regular (no dietético)
- 1 cucharada de azúcar, miel o jarabe
- Caramelos duros (no bajos en azúcar)
2. Reevaluación
Después de 15 minutos, volver a medir los niveles de glucosa. Si siguen bajos, repetir la ingesta de carbohidratos de acción rápida.
3. Seguimiento
Una vez que los niveles de glucosa se normalicen, comer un snack o una comida pequeña para evitar otra bajada de glucosa.
Es importante educar a los pacientes y sus cuidadores sobre cómo identificar y tratar la hipoglucemia, y asegurarse de que siempre tengan a mano una fuente rápida de carbohidratos.
6.2 Hiperglucemia
Síntomas y signos de hiperglucemia.
La hiperglucemia ocurre cuando los niveles de glucosa en sangre son demasiado altos, generalmente por encima de 180 mg/dL después de las comidas. Los síntomas pueden incluir:
- Sed excesiva
- Micción frecuente
- Fatiga
- Visión borrosa
- Dolor de cabeza
- Náuseas y vómitos
- Aliento con olor a fruta (en casos severos, indicativo de cetoacidosis diabética)
- Dificultad para respirar (en casos severos)
Tratamiento inmediato de la hiperglucemia
El tratamiento de la hiperglucemia incluye varias estrategias:
1. Revisión del Plan de Comidas:
Evaluar si se han consumido alimentos con alto contenido de carbohidratos o azúcares que pueden haber causado un aumento en la glucosa.
2. Hidratación:
Beber agua para ayudar a eliminar el exceso de glucosa a través de la orina.
3. Ajustes en la Medicación
Si el paciente usa insulina, puede ser necesario ajustar la dosis según las indicaciones del médico. No se deben hacer ajustes sin consultar previamente a un profesional de la salud.
4. Ejercicio Físico
Si los niveles de glucosa no son extremadamente altos y no hay presencia de cetonas en la orina, el ejercicio puede ayudar a reducir los niveles de glucosa. Sin embargo, si los niveles son muy altos (por encima de 300 mg/dL) o hay cetonas presentes, el ejercicio puede empeorar la hiperglucemia y no se recomienda.
En caso de que la hiperglucemia persista o los síntomas sean severos, es fundamental buscar atención médica inmediata para prevenir complicaciones graves como la cetoacidosis diabética o el síndrome hiperosmolar hiperglucémico.
7. Población Residente con Trastornos de Salud Mental
El manejo adecuado de la glicemia en pacientes geriátricos es fundamental para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida. Las estrategias incluyen intervenciones farmacológicas y no farmacológicas, así como un monitoreo constante y la educación tanto de pacientes como de cuidadores. Las poblaciones claves como los residentes con patologías mentales representan un desafío particular con un enfoque específico.
Referencias Bibliográficas
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- https://drive.google.com/file/d/1PDb4wqgRxzmi-TmR-M6ty_7HBMPPQasH/view
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